La vida te puede cambiar en un instante y yo que soy tan visceral y tan intensa de sentimientos, no acabo de interiorizar ese mensaje, no me doy cuenta, no lo asimilo.
En los últimos años, he tenido varios avisos protagonizados por personas muy queridas, que por desgracia, se han ido para siempre. Sufro y sufro y nolo asimilo. En los dos últimos días, he vuelto a vivir dos experiencias que me han hecho que de nuevo me plantee si realmente hemos de tomarnos la vida tan en serio.
Lo que importa es vivir, pero, intentando ser intensamente feliz y obviando en lo posible el sufrimiento.
A partir de ahora, me voy a tatuar en la frente el que me quiten lo bailao e intentaré no olvidar lo que mi madre me decía: si el mal no tiene cura, pa que te apuras y si tiene cura , pa que te apuras.