Como cada día, ella le esperaba para comer y compartía con él cada minuto de la jornada como cualquier pareja. Juntos iban de compras al centro comercial con los niños, cada sábado, si a él el trabajo se lo permitía.
Recogían a los crios del cole y los llevaban a las extraescolares. Veían juntos la tele y hacían el amor como siempre....
Pero, un día, cuando ella, volvía del super, se encontró en la calle, delante de su portal, un montón de gente y de policía. Seguro que algo gordo había pasado, pensó. No la dejaron pasar, hasta que se puso muy pesada y consiguió enterarse de lo que había sucedido.....Habían muerto dos hombres jóvenes de forma muy violenta. Uno delante de su puerta.
Tras un buen rato de esperar en la calle, de repente, le sobrevino la verdad como una oleada cruel. Los muertos eran su marido y su amigo íntimo. Encontraron la muerte en un ajuste de cuentas. Los dos eran sicarios, matones a sueldo. Trabajaban duramente para mantener a sus familias........