BIENVENIDAS A TODAS AQUELLAS PERSONAS QUE NO TERMINAN DE ENCONTRAR SU LUGAR EN EL MUNDO

BIENVENIDAS A TODAS AQUELLAS PERSONAS QUE NO ACABAN DE ENCONTRAR SU SITIO EN EL MUNDO

NO SOMOS DE DONDE NACEMOS, SI NO QUE NOS VAMOS HACIENDO DE DONDE VIVIMOS







Lolita la de Triana

extasis

martes, 15 de mayo de 2012

EL GARBANCITO NEGRO

Cuando era más joven, al inicio de todo, veía mi vida con incertidumbre y pensaba en ese futuro que aún estaba por llegar. El futuro ya es hoy, los años han pasado y haciendo balance, me doy cuenta de que nada de lo que imaginaba ha sucedido.
Nadie sabe lo que va a vivir, lo que le depara la vida, lo que se va a encontrar por el camino, lo que se va a dejar en él. Todo es una gran incognita que merece ser vivida, pero, siempre sin perder la dignidad y el orgullo de ser una buena persona.
En un mundo en el que a todos y a todas se nos clasifica por nuestro estado civil, nuestras ideas políticas y religiosas y nuestra actividad laboral, a veces se echa en falta que se nos etiquete simplemente como individuos con o sin corazón.
Reina el interés y el prejuicio y falta la humanidad y la integridad. Nos paramos poco a pensar en las demás personas, en sus sentimientos y somos demasiado materialistas. Parece que sólo nos importa tener y acaparar objetos, comprarlo todo, aunque hay una cosa que no se puede obtener con dinero......¿que será?...Opino que acostarse cada día con la conciencia tranquila no tiene precio y esta sensasión aumenta en progresión contraria cuando se es más rico. Aunque también es verdad, que los poderosos de este mundo, hace tiempo que dejaron de tener consciencia y que no les importa nada el prójimo, sino la cuenta bancaria.
Los pobres cada vez somos más  pobres y honrados y los ricos más ricos e inmorales, sin embargo, todos tenemos en la cabeza esa especie de garbanzito que de vez en cuando nos pica y nos hace preguntarnos por nuestra integridad. Por desgracia, la honradez, la integridad, la humanidad, engrosan cada vez más las colas del paro y no son  herramientas operativas, al menos de forma visible, para alcanzar nuestros sueños y para llenar nuestras neveras.