LA INCOMPRENSION DEL DESEMPLEAD@

No hay nada como tener la sensación de ser un pez fuera de su pecera. Vivimos en una sociedad muy materialista en la que todo se mide por el status social y económico. Tener dinero es tener poder y el dinero normalmente se consigue trabajando (al menos en el caso de las personas modestas y honradas).

El problema surge, cuando a pesar de toda tu experiencia y tu formación, no te dejan aplicarla en un puesto de trabajo. El estrés y el desamparo de la persona que no puede trabajar, no tiene límites. Ese estrés genera sufrimiento en la persona que busca empleo y en su familia. Sin embargo, los efectos secundarios del desempleo (estrés, insomnio, depresión, ansiedad, trastornos alimenticios, perdida de pelo,hipertensión etc...) generan también un alto cargo económico para la sociedad, ya que normalmente, no se consideran enfermedades y se suelen tratar con antidepresivos, etc. Pastillas como el orfidal, suelen ser el remedio más socorrido y más barato para salir del bache. Pero, si los gastos económicos sanitarios son importantes, más lo son, la pérdida de capital humano, que países (más inteligentes que el nuestro) como Alemania, están aprovechando. De esta manera, están reclutando a jóvenes universitarios y técnicos para trabajar en su país (ellos recogen los frutos de lo que tanto esfuerzo y dinero nos ha costado cosechar).

En fin, una pena, que en el caso de las mujeres, parece, tener algo de solución, según siguen pensando algunas personas todavía. Tod@s hemos escuchado alguna vez la famosa frase: al menos puede hacerse cargo de la casa y de los hijos. Pero, la cosa se complica, ya que, nos ha pillado a tod@s muy hipotecados. De esta manera, tenemos que emprender todos los días, hombres y mujeres, la frenética carrera hacia la búsqueda de empleo, que dicho sea de paso, tantos sinsabores nos provoca.