Se acabaron las Navidades y los excesos gatronómicos y etílicos. Por fín ,vuelta a la lechuga y a las lentejas. Comenzamos el año llenos de buenos propósitos, como perder los kilillos de más de las Navidades, apuntarnos al gimnasio, empezar la operación biquini, saludar al vecino, llevarnos bien con la familia, acabar el coleccionable del año pasado, etc....pero, ahora empiezan de nuevo las rebajas(las mismas que nos dejan agotados y con el bolsillo pelado) y vuelta a repetirse el ciclo de la vida.
Estamos en enero y nos toca remontar la cuesta, con optimismo y con algunos kilillos de más. Mi propósito para este año es no ver las noticias y tomarme las cosas con relax. Intentar no hacer dos cosas a la vez y no mosquearme con demasiada frecuencia. Sólo le pido a la vida que no me tienda demasiadas trampas para este año y que esté atenta para soltearlas.
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