A veces pienso que fue ayer cuando estaba aún cogida a la teta de mi madre. No se me olvida ese olor dulzón y tibio de su cuerpo, ni la toquilla con la que me envolvía. Tengo que decir, que mamé 2 años y que anduve con 9 meses. Así sigo siendo yo, muy precoz para algunas cosas, pero, muy lenta para otras.
Creo que se rompe definitivamente con la niñez cuando mueren tus padres, pero especialmente, tu madre. Entonces, dejas de ser la hija de alguien para convertirte, si tienes suerte, en la madre de.....Es triste no ser hija de nadie, no poder contar con los mimos de mamá y con su complicidad. Te sientes desvalida y pequeña, pero el tiempo, te va dejando esas huellas que aparecen en el espejo y que te recuerdan que ya no eres una cria.
No hay que engañarse, crecemos y maduramos, aunque más de una tengamos complejo de Peter Pan y no queramos aceptar que ahora la que tiene que dar los mimos y ser cómplice de sus hijos, es una misma.
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